APORTES DEL CONSTRUCTIVISMO
AL DESARROLLO MORAL EN EL CONTEXTO SOCIO-EDUCATIVO ACTUAL: DE PIAGET A MATURANA
José Luis Darrigrande Osorio
Psicólogo, Universidad Diego Portales
Magíster en Salud Pública, Escuela Andaluza de Salud Pública, Universidad de Granada
Introducción
No cabe la menor duda de que el constructivismo ha hecho aportes significativos, como también controvertidos a la Educación, la Psicología, la Medicina y las Ciencias Sociales en
general (Pinzón, C.E., 2008).
También ha influido en las concepciones actuales de salud/enfermedad. Como
ocurre
con
la mayoría
de los paradigmas en
las ciencias
sociales y humanas, estos se pueden usar, interpretar y aplicar de diversas maneras, dando
pie para ser evaluados tanto por sus fortalezas como por sus debilidades. Dentro de algunas
de
las
variadas definiciones que
tiene
este
ámbito de
la filosofía y
la epistemología, se puede entender como una postura filosófica que asume que la realidad es en gran medida una construcción humana (López-Pérez, R., 1997).
Aunque el término constructivismo deriva de un movimiento de las artes plásticas y la arquitectura en la Unión Soviética alrededor de 1920, se podría considerar que fue Jean Piaget, junto a Lev Vigotsky el que inició esta escuela de pensamiento a partir de su trabajo "La construcción de la realidad en el niño", aunque las raíces de este movimiento
pueden rastrearse hasta la filosofía griega de Platón o los planteamientos de Emmanuel Kant, entre otros (Joturan, S.,
1994).
Como corriente de pensamiento en educación, el constructivismo postula la prevalencia de procesos activos en la
construcción del conocimiento: habla de un sujeto cognitivo que claramente rebasa a través de su labor constructiva lo que le ofrece su entorno (Díaz, F. y Hernandez, G., 1999). Esto tiene amplias implicancias en la medida que se evalúan los alances como los límites de la educación y se reconocen las fronteras del rol de los educadores y
de tareas de los educandos.
En esta misma línea, los aportes del psicólogo Jean Piaget
(1896-1980),
también destacado académico e investigador de la Europa del siglo XX, han marcado una línea de estudio, análisis y reflexión sobre el comportamiento de las personas desde las primeras
etapas del
ciclo vital y que sirve para dar algunas luces con respecto a las importantes transformaciones que
ha experimentado
la humanidad en el presente siglo, como la preponderancia que tiene la educación en ese proceso de cambios.
El rol de este autor en este sentido, ha sido un motor desde la psicología evolutiva, para el desarrollo de esta
postura
en el campo de
la psicología y la
educación,
como sus especialidades y aplicaciones. En esta mirada se puede observar un cambio fundamental en el punto de vista respecto de los hechos sociales, ya que no se busca la realidad externa de manea objetiva, sino que se vuelve la mirada sobre los procesos subjetivos de construcción de significados
y
donde el
lenguaje
adquiere
propiedades
constructivas (Sánchez, R., 2005).
1 Artículo publicado en revista EXEMPLUM, vol. 1, nº3, pp 237-249, diciembre 2010, ISSN 0718-6584, Universidad SEK, Santiago de Chile, 2010.
Junto con otros autores de los ámbitos de la filosofía y de la educación en occidente, en la década
de 1920
Piaget
fue protagonista
de un
debate intelectual muy
intenso
y enriquecedor acerca de las relaciones entre el lenguaje y el pensamiento en el temprano desarrollo infantil, un debate que ha sido decisivo para el posterior curso de la Psicología cognitiva (León, R., 2005).
Dada la gran
influencia que
tuvo Piaget
en el
desarrollo
inicial
del paradigma constructivista
en
educación, el que cada vez tiene mayor aplicabilidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje y para comprender, mejorar e incentivar el rol que ejercen los profesores, alumnos y
demás actores del sistema educativo, se ha buscado relacionar las aportaciones del psicólogo suizo con algunos aportes igualmente relevantes en este ámbito de autores
posteriores que se
enmarcan
en el modelo constructivista
en las CC.SS..
En el presente trabajo se propone un paralelo entre la teoría piagetana con los desarrollos propios de la teoría de la Autopoyesis o teoría biológica del conocimiento (Ruiz 2008), elaborada por los conocidos biólogos e investigadores chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela. Ella habla de la condición y características de los sistemas vivos, tanto del ser humano en si como de los grupos, sea familia, empresa, escuela o la sociedad entera.
La educación incide en el desarrollo social y cultural de las naciones, por lo que a partir de su perfeccionamiento
se esperan logros
significativos
de los países incluyendo la superación de la pobreza, el progreso y el desarrollo integral de la sociedad (Pinzón, C.E.
2008).
La línea argumental del constructivismo destaca las características proactivas del ser humano, la esencia tácita de sus procesos de ordenación y de clasificación y por último, la inmersión de la experiencia humana en un ámbito social del lenguaje. De esta forma, la realidad es una creación del lenguaje que sólo puede surgir como fenómeno interaccional (Yáñez, J., et al, 2001).
Estos elementos
permitirán generar
un aporte teórico diferente
y útil
sobre
los mecanismos y procesos que participan en el desarrollo cognitivo, afectivo y específicamente moral, en el niño y el adolescente de hoy, en la medida que se asume a estos no
como sujetos
que
reciben pasivamente
las
influencias el
entorno socio- educativo, sino
de miembros
activos de
un mundo
social emergente y un
nuevo ordenamiento en las instituciones abocadas a la labor educativa de vanguardia.
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